Bajo la Lupa
viernes, septiembre 29, 2006
Lo viejos cinemas en derrumbe
Ahhh, los cines de antes!! Claro que me gusta el nuevo concepto de salas múlñtiples con variadas opciones pero aun así como no extrañar esas salas enormes que a veces hasta varios niveles tenían…
Hace unos días, ocurrió un incendio en uno de los principales cines de la ciudad décadas atrás, me pregunto porque ese hecho cautivo tanto a los medios de comunicación locales que con nostalgia describieron y fotografiaron aquellas ruinas si la mayoría de esos cines ya se encuentra en total abandono, unos desmantelados con las butacas apiladas en lo que era la entrada y solo protegidas por la cortina del frente, otros hasta luciendo en sus carteleras los posters y en sus marquesinas los títulos, sin alguna que otra letra, de esas películas ochentenas que fueron de las últimas que se exhibieron en ellos.
Era todo un acontecimiento ir al cine, recuerdo que de niña entrábamos a la inmensa sala y asombrados mirábamos todas las butacas como si escoger el mejor sitio fuera la más importante decisión que tomaríamos en nuestras vidas, una vez sentada solo esperaba el momento en que apagaran las luces y se abriera lentamente la larga cortina que dejaría al descubierto la pantalla en donde se reflejarían todos esos cientos de historias que nos cautivaban. No había comerciales antes de la función como ahora lo hacen, solo un par de cortos que en lo personal sigo disfrutando al máximo.
Quien no recuerda los matines del fin de semana, dos películas por una, la permanencia voluntaria, los intermedios que servían para correr a la dulcería y comprar todas las golosinas que pudiéramos con solo 5 pesos, (aunque debo admitir que prefiero las cintas sin intermedio). En aquel entonces había un cine exclusivo en Monterrey que proyectaba películas infantiles, las de Disney, Parchis o Superman, el famoso Cine Montoya hoy convertido en teatro de obras locales sin mucho contenido. Fuera de este cine que hoy es teatro y del Río 70 que aun se mantiene de pie como cine, todos los demás han ido pasando a la historia, han ido cayendo en el olvido y de vez en cuando alguna cinta como Cinema Paradiso, nos trae al recuerdo lo que significaban, las emociones que nos hacían sentir y lo espectaculares que eran.
Hace unos días, ocurrió un incendio en uno de los principales cines de la ciudad décadas atrás, me pregunto porque ese hecho cautivo tanto a los medios de comunicación locales que con nostalgia describieron y fotografiaron aquellas ruinas si la mayoría de esos cines ya se encuentra en total abandono, unos desmantelados con las butacas apiladas en lo que era la entrada y solo protegidas por la cortina del frente, otros hasta luciendo en sus carteleras los posters y en sus marquesinas los títulos, sin alguna que otra letra, de esas películas ochentenas que fueron de las últimas que se exhibieron en ellos.Era todo un acontecimiento ir al cine, recuerdo que de niña entrábamos a la inmensa sala y asombrados mirábamos todas las butacas como si escoger el mejor sitio fuera la más importante decisión que tomaríamos en nuestras vidas, una vez sentada solo esperaba el momento en que apagaran las luces y se abriera lentamente la larga cortina que dejaría al descubierto la pantalla en donde se reflejarían todos esos cientos de historias que nos cautivaban. No había comerciales antes de la función como ahora lo hacen, solo un par de cortos que en lo personal sigo disfrutando al máximo.
Quien no recuerda los matines del fin de semana, dos películas por una, la permanencia voluntaria, los intermedios que servían para correr a la dulcería y comprar todas las golosinas que pudiéramos con solo 5 pesos, (aunque debo admitir que prefiero las cintas sin intermedio). En aquel entonces había un cine exclusivo en Monterrey que proyectaba películas infantiles, las de Disney, Parchis o Superman, el famoso Cine Montoya hoy convertido en teatro de obras locales sin mucho contenido. Fuera de este cine que hoy es teatro y del Río 70 que aun se mantiene de pie como cine, todos los demás han ido pasando a la historia, han ido cayendo en el olvido y de vez en cuando alguna cinta como Cinema Paradiso, nos trae al recuerdo lo que significaban, las emociones que nos hacían sentir y lo espectaculares que eran.
Escrito por Patricia a las 4:46 p.m.
13 Comments:
Hola, es la primera vez que posteo aqui en tu blog, soy nuevo en este mundo bloguero...tu comentario sobre cines antiguos, la verdad yo no me acuerdo mucho tengo apenas 22 años, pero todavia me toco ver algun par de peliculas en esos...si no mal recuerdo sobre colon hay uno todavia funcionandouno ya viejito...es donde venden unos chilidog bien sabrosos....no me acuerdo el nombre..pero que padre es recordar algo, aunque sea vagamente..y que buena pelicula cinema paradiso..de mis preferidas
Cada vez que veo Cinema Paradiso... lloro.
Seré muy emocional?
Es que quizás mi contacto con el cine es muy estrecho.
Nunca olvidaré en los cines que me crié. Aquellos en que el audio de la cinta se confundía con el ruido que emitía el proyector.
SalU2
T.
Haaa y cuando en el intermedio corriamos a la pantalla que siempre estaba de bajadita y nos rodabamos x la alfombra..y cuando nos colgabamos de las cortinas de las orillas y nos regañaban, cuando vendian botecitos de nieve chiquitos...(en SLP eran Holanda)...en mi tierra fue el cine alameda, era todo un teatro y termino siendo cine porno, y despues un tuburio..
Grandes historias ocurrieron en los cines de antaño. Recuerdo que mi papá y mis tíos platicaban como añoraban que llegara el día en que podían ir al cine.
Creo que hay muchas cosas que se estan perdiendo con el paso del tiempo, una de ellas es disfrutar la vida.
Saludos
Taren
Aún recuerdo cuando me llevaban al cine, en el DF era el famoso "Continental" Nos llevaban a ver las super películas de Disney y el cine era de doble piso!!! Imagínense y además los niñós mal portados corrían al telón y no sé describirlo, pero debajo de la pantalla había una resbaladilla.. y se iban y rodaban y corrían. A mí solo 1 vez me dejaron hacerlo, y eso porque fui con algún tío.
Y los famosos PEZ.. que deleite, comprar los PEZ y comértelos durante la función.
Es cierto! si bien ahora las multisalas nos ayudan en el oir y ver bien, antes era un poco más mágico, aunque la magia del cine es infinita!!
Señora guapa, le deje una invitacion en mi blog...
Si Paty... adiós a esos cinemas...
estoy de acuerdo con edge... yo igual extraño ese cine... extraño al "regios", "el cine islas" jeje
Besitos,
Ay si era emocionante ir al cine antes, ahora es algo tan comun...
Aqui en Carmen aun alcance a ir al "Cine Islas", me reia mucho, por que en Veracruz, hacia ya muchos años que teniamos un Cinepolis, asi que me parecia que eso era algo muuuuuuuuuuy viejo.
Y bueno, ahora que paso y veo que construyen algo como locales, solo me resta decir: ahi habia un cine...
Hola Paty!
Navegando en mi nueva travesía bloguera te encuentro.
Compartimos el romaniticismo, no en el sentido amoroso, sino en lo anticuado y mágico por los cines de antaño.
Sabes? yo vivo en Valparaíso, Chile y en el año 1985 hubo un gran terremoto, tenía 6 años, pero me recuerdo perfectamente. A mi vecina, mayor que yo, la pilló en el cine Velarde y me contó cómo lo vivió. Mi imaginación lo guardó como si yo lo hubiera vivido y cada vez que hoy voy a un recital u obra teatral, ahora es el Teatro Municipal de la ciudad pues su arquitectura lo amerita, revivo el hecho. Es curioso. Todas las películas top ochenteras eran estrenadas ahí. Su atmósfera es única.
Lamento lo que pasó con el incendio. Me preguntó si habrá alguien relacionado con las nuevas megacontrucciones dichosos por este hecho? Ojalá que no.
Bye, Flicka
Gracias por la visita Flicka!!
Si la verdad es que son muchas historias que contar con respectoa esas enormes salas...
No creo que haya sido algod e lo que dices pues ya era un cine abandonado, creo que lo ultimo que exhibieron fuie por los 90's
Aissssssss que nostalgia!... no nos damos cuenta, pero con estas cosas una parte de nuestras vidas tambien se ha destruido en ese incendio...
un besito
hace unos meses pasé frente al viejo cine ópera en el D.F, me detuve a mirarlo un buen rato; con sólo contempolarlo con un poco de atención atrapa y permite imajinar su historia. Todo esto me llevo a recordar mi infancia ochentera en el sur de la ciudad y los cines que solia freecuentar cuando la idea de ir a éstos generaba ilusión y no era el pobre recurso antiaburrimiento que hoy parece. Saludos a todos y de verdad que da gusto saber que uno no es un loco nostálgico de épocas más consistentes, por lo menos no el único. No hay por que conformarnos con lo que hay.
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